El renacer de un espléndido palacio
Floreaga Jauregia, donde se desarrolla Joseba Jatetxea, data del siglo XVI y su planta baja es un fiel exponente de la arquitectura gótica vasca. Según crece el palacio, se percibe la inquietud de buscar formas, materiales y espacios novedosos acordes con las tendencias más innovadoras de aquella época.
El Palacio Floreaga fue inicialmente de piedra y estilo gótico. Tras la orden de destrucción de las torres por Enrique IV, su dueño, Pedro Sánchez de Zuazola, tuvo que reconstruirla en ladrillo y en estilo mudéjar.Destacan la soberbia puerta que da acceso a la galería principal, las ventanas ajimezadas y una ventana de arco conopial en la fachada oriental.
A partir de 1677, la casa pasó a la administración de los Condes de Garcíez y perdió su original esplendor.
En este palacio, transformado con el paso del tiempo en casa de labranza, nació en 1904 el renombrado pelotari Atano III.
Durante el siglo XX empieza el deterioro de este palacio tan importante durante la historia. Pero es en 1.997, cuando el cocinero Joseba Olaizola, decide restaurar y revivir el palacio Floreaga, situando en él el restaurante Joseba, recuperando así un palacio de gran valor arquitectónico e histórico.